Ha salido el tema de Borges. Había un texto. Un texto de Borges. El texto decía algo de los "Cartografiadores" y la "Gran Escuela", pero lo que más llamaba la atención era lo de:
"El Arte de la Cartografía logró tal Perfección que el mapa de una sola Provincia ocupaba toda una Ciudad, y el mapa del Imperio toda una Provincia. Con el tiempo, esos Mapas Desmesurados no satisficieron y los Colegios de Cartógrafos levantaron un Mapa del Imperio que tenía el tamaño del Imperio y coincidía puntualmente con él."
Entonces ha surgido un debate tan extraordinario como raro. ¿Qué es real; qué no es real? ¿Es real un mapa de estas proporciones? Quiero decir, ¿es posible? La lógica tradicional (y nuestra falta de imaginación) nos da a entender que este debate es algo completamente absurdo. Este texto era uno de tantos ejemplos del universo borgiano. Pero un alma iluminada ha dicho que sí que creía en esa posibilidad. En la posibilidad de un mapa de esas dimensiones.
Vale, supongamos que esto es un tema serio: Esto un tema serio. La teoría en la que se basa esa mente iluminada es probable que sea la de "no se ha hecho porque a nadie se le ha ocurrido". Es algo que tiene sentido. Suponemos que sí se tiene todo el material necesario para hacer un mapa de toda una ciudad. Pero, lo de empapelar todo un imperio... A partir de entonces he empezado a especular sobre si, ya puestos, sería posible empapelar la Tierra. Pero todo ello con un razonamiento lógico.
Para empapelar toda la Tierra de un mapa a escala de la Tierra vamos a necesitar mucho papel. ¿De dónde sacamos tanto papel? Tendremos que fabricarlo a partir de madera que hemos conseguido a partir de los árboles. Todo esto lleva a la siguiente cuestión: ¿Hay suficientes árboles para empapelar la Tierra? Supongamos que sí, pero que, para hacerlo todo más real, el número de árboles es justo. Entonces otra gran idea se suma a toda esta retahíla de grandes ideas: podemos modificar el grosor del papel para conseguir una mayor cantidad. Entonces hemos empapelado la Tierra. Pero, no hemos contado con posibles errores cartográficos que llevarán a desperdiciar papel para hacer el mapa. Esto nos hace llegar a la conclusión de que necesitaremos más papel que el justamente necesario para hacer el mapa a escala real de la Tierra. Dada esta situación, llegamos a algo todavía más problemático: ¿de dónde sacamos más papel? La respuesta es simple, necesitamos más árboles. Y a partir de aquí empieza la carrera espacial. Sí ,amigos, aquí entra en juego la siguiente cuestión: ¿hay vida más allá de la Tierra? La respuesta a esta pregunta es estrictamente necesaria para llevar a cabo nuestro mapa. Ahora vamos a suponer que se nos han acabado los árboles en la Tierra. Necesitamos más árboles para hacer más papel, y como estos son una forma de vida, tendremos que buscarlos más allá de la Tierra ,donde los hemos exterminado para este acometido, en algún lugar donde exista también la vida. Pero no vayamos tan rápido, si suponemos que hemos encontrado un planeta con vida extraterrestre de entre la cuál existe algún tipo de planta de la cuál podamos obtener algo parecido, similar, al papel que necesitamos, es muy probable que tengamos que viajar por el espacio y, a su vez, es muy probable que tengamos que viajar varios años luz de distancia. Es decir, requiere, al menos, una gran cantidad de tiempo el llegar a ese planeta.
Aún se podrían añadir muchos factores más que podrían influir en el proceso de creación de un mapa terráqueo a escala real. Pero creo que con esto podemos sacar unas pequeñas conclusiones:
El proceso de elaboración de un mapa de la Tierra a escala real, es decir, que coincida con la misma Tierra, es algo que requiere de la más avanzada tecnología. Será necesario una gran cantidad de material y, si de ello se precisa, conseguir, además, recursos de otros planetas bastante lejanos al nuestro en los que se den las condiciones de que existan formas de vida parecidas a las necesarias para obtener los recursos para crear el mapa. Este tema demuestra la capacidad de destrucción del ser humano en nuestro propio planeta para conseguir cosas realmente inútiles. A raíz de ello, se sumaría el posible desacuerdo entre los grupos ecológicos y diversos sectores de la población que no estarían dispuestos a dejar caer sobre ellos un mapa de tales dimensiones.
Todo esto os podrá parecer ficción, pero la ficción no supera a la realidad, a no ser que la realidad no sea real, entonces, ¿qué es real? Definitivamente, creo que empezaremos por proyectos más pequeños.