De la cadena de montaje saldrán
individuos de pensamientos inculcados cual androides automatizados sin
iniciativa propia, serviles y obedientes, leales y mansos. Entonces los
patrones de las fábricas les darán al botón de ON y todo el ejército de
autómatas avanzará en la misma dirección. Bienvenidos a la Fábrica de Personas, eso
es lo que quieren, gente ignorante incapaz de entender todas las manipulaciones
de las que son objetivo y que se sienta orgullosa de pertenecer a una “Gran
Sociedad Todopoderosa” que por su sabiduría inalcanzable e incuestionable se
dirigirá certeramente hacia el progreso.
El proceso es sencillo:
Imaginemos una cinta transportadora en la que individuos desnudos e
inexpresivos avanzan a ritmo constante. A continuación vamos añadiendo piezas
metálicas grises faltas de color y sentimiento. Un corazón de hojalata, unas
manos torpes, sin destreza preocupante para que no pueda llegar a sobresalir en
alguna habilidad excepcional. Altura dentro de la media y peso dentro de la
media. Con la base fisiológica conseguiremos que los individuos no se vayan por
un camino individualista y que se pregunten sobre su valor dentro de la
sociedad. Una vez tenemos todos los miembros y extremidades ocupando su lugar
preciso pasamos a programar al individuo. Dosis de conocimientos básicos y
falta de filosofía práctica para evitar ideas brillantes que alteren el orden
establecido. Se les ofrece una ideología basada en unos derechos aparentemente
muy esenciales. Insertamos unos protocolos en la memoria destinada a la
moralidad y el comportamiento. Unos postulados ineludibles en el procesador
central de toda la información serán los encargados de organizar todas las
conexiones neuronales: orgullo al pertenecer a una sociedad en progreso exponencial,
admiración hacia los capitanes que llevan el timón hacia la vanguardia, temor e
indiferencia a lo no revelado, búsqueda del éxito laboral a base del esfuerzo
que será recompensado justamente. Como fase final de la cadena de producción
cada individuo recibirá un sello como certificado de su procedencia de la que
se sentirán orgullosos y llamarán “Patria”.
Robots que trabajarán para
beneficio del alto mando y que absorberán todas las decisiones superiores
cubrirán el grueso de la sociedad, preparados para trabajar. Como recompensa de
su gran esfuerzo recibirán un salario básico que será derrochado en ocio inútil
y ayudará al mantenimiento del orden establecido. Los mandos superiores
ejercerán su poder adquirido por mayoría absoluta resultado de una votación
esclarecedora y de sentencia unánime. Su esfuerzo por llevar el mando de la
sociedad argumenta todos los lujos y comodidades de las que disfrutan.
No hay comentarios:
Publicar un comentario