“Lo que es genial de este país
es que América ha iniciado una tradición en la que los consumidores más ricos
compran esencialmente las mismas cosas que los más pobres. Puedes estar viendo
la tele y ver la Coca-Cola ,
y sabes que el Presidente bebe Coca-Cola, Liz Taylor bebe Coca-Cola, y piensas
que tú también puedes beber Coca-Cola. Una cola es una cola, y ningún dinero
del mundo puede hacer que encuentres una cola mejor que la que está bebiéndose
el mendigo de la esquina. Todas las colas son la misma y todas las colas son
buenas. Liz Taylor lo sabe, el Presidente lo sabe, el mendigo lo sabe, y tú lo
sabes.”
Esto decía Andy Warhol el siglo
pasado. Pero ahora, la súper campaña publicitaria de Coca-Cola ha tenido la
idea fantástica de acercarse más al consumidor regalándole una exclusiva lata
con su nombre. Comprar Coca colas se ha convertido en un juego. Reglas del
juego: buscar, rebuscar, desordenar los estantes de refrescos del supermercado
en busca de la Coca
cola con tu nombre. Entonces, gente como yo se siente frustrado. Todos los que
tengáis nombres originales que no están dentro de la lista de nombres
frecuentes y aburridos, os comprendo: no podéis comprar Coca colas.
¿Es que no se les ha ocurrido
poner en una lata el nombre de “anónimo”? Seguro que yo la compraría además de
todos aquellos desgraciados de nombres marginados. Y esta idea me insta a
reflexionar: ¿sabrá mejor la Coca
cola si plasma tu nombre? No sé si sabrá mejor pero se me ocurren un sinfín de
estúpidas ideas que llevar a cabo con susodicha Coca cola. (Abrimos un
bocadillo de “sueño”, como el de los cómics, y empezamos a imaginar) Puedes
levantar la vista, orgulloso, y pasear con la Coca cola con tu nombre. Tal vez puedas ahorrarte
alguna que otra presentación porque bebes una Coca cola con tu nombre. ¿Podría
la lata salvarte la vida pudiendo ser una pieza clave en tu identificación
después de un grave accidente? ¿Y si un criminal se deja una lata de Coca cola
con su nombre en la escena del crimen? (Cerramos bocadillo de “sueño”). Quedan
demostradas la cantidad de utilidades de esa lata. Quedan demostradas las
oportunidades abiertas ante ti en forma de abanico que se presentan. Queda demostrada
que la fórmula secreta de la Coca
cola no tiene nada que ver con esto. Queda demostrado que Coca cola esparce felicidad.
Así que: