Es verano y las temperaturas son exageradamente
altas. Habiendo acabado el curso, no tengo demasiado que hacer, si acaso entregar
mi cuerpo al sol y contemplar cómo me deshago en sudor bajo los omnipresentes y
verticales rayos y rascarme de vez en cuando los pelos de la barriga. Pero las
noches, a pesar del fatigoso día, sirven de descanso mental, de retiro
espiritual. De relax, de tiempo para
pensar cómodamente, de tiempo que perder en lo que yo quiera, de tiempo de
escritura. De tiempo de buscar aquello que escribía la semana pasada y ahora no
encuentro y quiero encontrarlo porque me gustaba. Vaya desastre. La mesa de mi
salón es bastante grande y cómoda, pero está poblada de un sinfín de papeles,
bolígrafos de todo tipo de colores, improvisados ceniceros a modo de cajitas de
papel donde echar la punta de los lapiceros desbastados por la furia de los
bocetos y las rabiosas atacadas de la escritura. Está bien el panorama. Rebuscando
papeles, porque quiero dar con la dichosa cosa que escribí hará unos cuantos
días, he encontrado una carta del PSOE. Es lo que no buscaba, pero bueno. Nos
la enviaron a todos con motivo de las elecciones autonómicas. No sé dónde
andará la pepera, aunque ya me lo imagino, supongo que no tardé en deshacerme
de ella, cortarla en pedacitos y tirarla a la basura. Sin embargo, en esta del
PSOE no me había fijado. Vamos a ver qué dice. Ui, solo empezar, un título que
pone “gobernar PARA LA MAYORÍA”. Pues sí, qué remedio, no queda otra. Lo de las
minúsculas debe de ser para parecer modernos y el título en sí una de esas
grandes frases a modo de tautologías vanas que vienen a no decir nada y parecer
decir muchas cosas. Es gracioso, me río por dentro porque me acuerdo de aquello
que dijo el señor presidente de que en Cataluña había más catalanes que
independentistas, que era un hecho irrefutable, está clarísimo. Bueno, a ver
qué más dice. Habla de valores, jajajaja. Tendrán que ocupar todo el hueco del
DIN-A4 para que quede presentable. Respeto, igualdad, sencillez, solidaridad,
humildad, trabajo. Estas cosas están muy bien, no vas a decir lo contrario, ¿os
imagináis?: ostentación, desigualdad, vanidad, avaricia. Qué ridículo me parece.
Palabras idiotas que no dicen nada. Eso sí, salen sonriendo. No sé adónde
pretenden llegar con un discurso simpático y buenista. Hola, soy progre aunque
no estoy enfadado. Valores para un cambio de color en la vida. Bah, lo qué fuisteis
y lo que sois. ¿Qué dirían aquellos que ondearon la bandera tricolor de
vosotros, que no sois capaces de afirmar lo más esencial de vuestras raíces?
Vaya un partido socialista. ¿¡Veis?! Y en la carta sale una mujer que no sé
quién es pero que está sonriente. Un cambio simpático, una reivindicación
amigable. Qué tontería. Un partido dinástico, un partido a la deriva, un
partido absorbido por un sistema y que vive en una contradicción insostenible:
la de su propia identidad y sus propias siglas. Os estáis muriendo, os estáis
vaciando de contenido mientras ponéis buena cara. Una reivindicación, un clamor
de justicia, un puño alzado desde la masa y dirigido al cielo lleva en sí el
fervor de la sangre, el espíritu de lucha, el hervir del pueblo, y eso no creo
que nazca de ningún otro lugar que no sea el enfado y el hastío, el cansancio, del que reclama, de la miseria del desafortunado, del vulgar nacido en el lado mayoritario de la
vida como tantos otros de su estirpe y como viene siendo y será tradición durante
toda la historia. ¿Qué pretenden cambiar siendo simpáticos, con una sonrisa?
¿Aquella injusticia que lleva siglos y siglos asentada con violencia, odios, guerras
y revoluciones? Bueno, al menos la carta es un detalle. Casi siempre hace
ilusión que te manden una carta, es algo que se está perdiendo y eso. Aunque la del PP
pues como que no. A ver, dejaré esto por aquí y seguiré buscando… Vaya, una
pelota de goma verde y con dibujitos. Será de mis primas pequeñas…
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